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jueves, 2 de octubre de 2014


El que se conoce como estrés del coche eléctrico, producido por la limitada autonomía y los largos períodos de recarga, al margen de la escasez de puntos en la vía pública en los que enchufar el vehículo, trata de ser combatido por la industria con soluciones ingeniosas, aunque esto encarece el producto.


En este caso, estamos ante uno de los mejores ejemplos de fármaco contra el estrés eléctrico. BMW soluciona la angustia que produce la limitación de autonomía en el i3 con la suma de un pequeño motor eléctrico cuya única función, en caso de necesidad, es generar energía para mantener la tensión de la batería y la alimentación del motor eléctrico, que es el que está conectado a las ruedas y el que va a proporcionar tracción. Autonomía El i3, en condiciones de uso normales, sin el programa de eficiencia conectado y con el sistema de climatización activo, puede proporcionarnos una autonomía eléctrica de entre 130 y 160 kilómetros, y ello va a depender del grado de eficiencia en la conducción.

Los dos extremos se han dado en la prueba dinámica del i3 convencional y, ahora, en el REX (range extender o extensor de autonomía). Con el REX, ese kilometraje puede duplicarse, también dependiendo del uso que se haga del sistema, porque a mayor demanda de potencia del motor eléctrico más consumo del térmico y en el depósito no se dispone de mucha capacidad, tan solo 9 litros, para cumplir con la hoja de prestaciones de esta modalidad del i3.

Eficiencia El BMW se muestra extraordinariamente eficiente y, con un poco de inteligencia en la conducción, se pueden sumar kilómetros de recorrido aprovechando la gran capacidad de regeneración del sistema, hasta el punto de que con la suficiente anticipación se evita el uso del freno.

Si se necesita cubrir largas distancias, la solución pasa por el sistema REX, que permite el incremento de la autonomía aproximadamente hasta los 300 kilómetros e, incluso, hasta los 340 kilómetros, si la conducción es depuradamente eficiente. Sistema El sistema REX consiste en la instalación al lado del motor eléctrico, es decir, bajo el suelo del maletero, de un pequeño motor térmico de 647 c.c. derivado del utilizado en los dos scooter de BMW, de procedencia Kymco, conectado a ese exiguo depósito de combustible de 9 litros, los necesarios para alcanzar los rangos de autonomía que proporcionan “tranquilidad”.

El motor acciona un generador que mantiene la carga de la batería de alto voltaje para que el motor eléctrico reciba la energía necesaria para continuar la marcha. Diseño y construcción El BMW i3 ha transformado la arquitectura tradicional del coche de producción en serie, ideado sobre un bastidor de aluminio, una plataforma en la que se incrusta la batería de iones de litio y sobre la que se ajustan el habitáculo y la carrocería.

El habitáculo es una jaula construida a base de fibras de carbono y composites reforzados con fibra de carbono. La carrocería está realizada en materiales plásticos con un resultado visual idéntico al que puede mostrar el acero pintado. El interior es muy moderno, minimalista, también realizado con plásticos reciclados y fibras naturales. El coche se percibe espacioso y, sobre el asfalto, más voluminoso de lo que muestran las imágenes.

El coche tiene la altura de un monovolumen o un crossover y ello propicia también una posición de conducción elevada, de dominio sobre el tráfico, que es muy confortable en la utilización urbana. -
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Written by Lovely

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