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Con algunos trazos sutilmente diferenciados, el equipo dirigido por el canadiense Dany Garand, responsable de este proyecto, ha sabido dotar al A1 Sportback de personalidad propia y, además, mejorar el confort y la habitabilidad en relación al 3 puertas.
Por supuesto, el acceso y salida para los ocupantes de atrás es infinitamente más cómodo.
El pilar central se desplaza quince centímetros hacia adelante y la línea del techo se prolonga 87 milímetros más para terminar en un spoiler trasero de mayores dimensiones.
Con todo ello se logra una altura superior en las plazas traseras (11 milímetros), donde una persona de 1,80 viajará sin estrecheces.
La tercera ventanilla lateral, que va entre la puerta y el pilar C, es otro elemento estético que permite reconocer fácilmente al último Audi.
En España el nuevo modelo vendrá de serie con una configuración para tres pasajeros en el asiento posterior, aunque opcionalmente y sin coste se ofrece la posibilidad de pedir el coche con sólo cuatro plazas.
Detalles distintivos
La gama de colores disponible para el Sportback es muy amplia y cuenta con propuestas diferentes a la del Audi A1 que se comercializa en estos momentos. También tiene una gran variedad de elementos de personalización y, mientras que en el modelo de tres puertas los arcos laterales pueden pedirse en un tono de contraste, en la futura versión será el techo completo, incluidos dichos arcos, el que admita esa distinción respecto al resto de la carrocería.
Y, en el interior, el cliente podrá encargar los difusores de aire en colores específicos, así como elegir entre un generoso muestrario de tapicerías
La llegada del Sportback vendrá acompañada de la introducción de un servicio de conexión a Internet del que se beneficiará toda la gama y que irá asociado al sistema Bluetooth.
Gracias a él podremos ver en la pantalla del navegador imágenes del programa Google Earth o actualizar instantáneamente la información sobre el tráfico en la ruta elegida.
Novedad mecánica
En cuanto a los motores, todos ellos de cuatro cilindros, con inyección y turbo, habrá tres diésel y cuatro de gasolina, uno de estos con la novedosa característica de la desconexión de cilindros, una tecnología que mejora notablemente los consumos y que ya se está aplicando en los potentes propulsores V8 de las berlinas superiores de la marca.
Cuando se pisa el acelerador suavemente y se circula a bajas revoluciones, dos de los cilindros se desconectan mediante el cierre de sus correspondientes válvulas, algo que permite gastar menos circulando con la misma suavidad de marcha. Al apretar con fuerza el acelerador el motor vuelve a funcionar a pleno rendimiento.
Este sistema irá asociado a la mecánica 1.4 TFSI de 140 caballos de potencia, que llegará un poco más adelante, tanto para la versión cinco puertas como para la de tres.
Su consumo medio homologado es de 4,7 litros por cada 100 kilómetros, lo que no le impide alcanzar los 212 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en apenas 8,1 segundos.
Los otros motores TFSI son el 1.2 de 86 CV y dos 1.4 de 122 y 185 CV, respectivamente.
En cuanto a los diésel, el motor básico será un 1.6 con dos niveles de potencia (90 y 105 CV), en ambos casos con emisiones de CO2 por debajo de los 100 gramos por kilómetro, y el propulsor más evolucionado será el conocido 2 litros de 140 CV.
Por último, dependiendo de la mecánica, se podrán hacer combinaciones con cajas de cambio manuales de cinco y seis marchas o con la transmisión S tronic de doble embrague y siete velocidades.
La construcción ligera de la carrocería hace que el peso total del A1 Sportback aumente nada más que en 25 kilos respecto a las versiones equivalentes de tres puertas.
