Open top menu
jueves, 28 de agosto de 2014


En este caso, BMW ha diversificado rompiendo varios preceptos que parecían inamovibles en la casa de Munich. Además, de crear su primer monovolumen éste viene con cambios de concepto fundamentales.

Así, el nuevo Serie 2 Active Tourer es el primer BMW de la historia con tracción delantera en lugar de propulsión. Y esto, que podría modificar las sensaciones deportivas clásicas de un BMW, apenas se nota, ni cuando se trata de forzar la marcha. En ese momento, el Serie 2 Active Tourer es un BMW como otros.


Exteriormente recuerda a otros modelos de la competencia, como el Clase B de Mercedes-Benz o el Golf Sportsvan de Volkswagen, sus dos enemigos por origen y concepto, pero con una parrilla delantera de doble riñón típica de todo BMW y una trasera que remite en ciertos ángulos a los todocamino de la marca.

Sus medidas son comedidas (longitud de 4,34 metros) pero bien aprovechadas, gracias a que el conjunto mecánico se encuentra bajo el capó delantero. Además, los voladizos se han diseñado realmente cortos para aprovechar todo el espacio interior, con amplitud detrás suficiente para las piernas y cabeza de los más altos, y un capaz maletero estándar que presume de 468 litros donde meter casi todo. Y si abatimos los asientos en secciones 40:20:40 incluso podemos llevar los esquís sin mayores problemas.

También y siguiendo en el interior, el nuevo Active Tourer exhibe soluciones muy prácticas, aparte de varios huecos para llevar enseres, como el desplazamiento de los asientos traseros en sentido longitudinal para dejar más hueco al maletero, y opcionalmente la posibilidad de inclinar más o menos los respaldos de esas plazas para ir más cómodos.

También, y como parte del equipamiento de serie, la apertura del maletero mediante el paso del pie bajo el paragolpes, muy práctico cuando se llega al coche cargado.

Mecánicas BMW

De momento, serán tres los motores disponibles para el nuevo monovolumen de la hélice: dos de gasolina y un diésel, todos turbo con alegría y poderío, como hemos tenido ocasión de constatar en nuestra primera toma de contacto con el coche en tierras austriacas.

El primero anima al 218i con motor de tres cilindros y 136 CV, que gasta 5,2 l/100 km con caja de cambios manual de seis velocidades; ya mueven bien al coche. Si queremos potencia a la vez que la practicidad, la versión perfecta será el 225i que con cuatro cilindros y 231 CV resulta una delicia. Aporta cambio auto secuencial Steptronic de 8 velocidades y levas en el volante con un consumo medio homologado en 6 l/100 km, «si no le buscamos las cosquillas».

En cuanto al diésel, se trata del 218d, con 150 CV y 4,3 l/100 km. Tanto en este caso como en el pequeño de gasolina existe la posibilidad de pedir cambio Steptronic. Además, según versiones se puede disponer como opción de acabado M Sport, con suspensión deportiva que rebaja la altura del coche 10 mm y mejora la dinámica para afinar sensaciones, y control dinámico de amortiguación DDC.

Con éste, y mediante la tecla correspondiente, podemos elegir entre una respuesta puramente deportiva (Sport), una más confortable (Confort) y una tercera de perfil más ecológico y ahorrador (EcoPro).




Different Themes
Written by Lovely

Aenean quis feugiat elit. Quisque ultricies sollicitudin ante ut venenatis. Nulla dapibus placerat faucibus. Aenean quis leo non neque ultrices scelerisque. Nullam nec vulputate velit. Etiam fermentum turpis at magna tristique interdum.